(PATRÓN DE CAMBIOS – DÓLAR)
Los trabajos
elaborados especialmente por EE.UU. e Inglaterra se sometieron a la
consideración de una conferencia internacional llevada a cabo en Bretton Woods
(EE.UU.) en julio de 1944 con la participación de 44 países.
Bajo el liderazgo
intelectual de J. M. Keynes y del diplomático americano H. D. White, esta
conferencia dio origen a la creación de dos instituciones internacionales: el
Fondo Monetario Internacional y el Banco de Reconstrucción y Fomento (Banco
Mundial). Si bien los objetivos de los mismos son amplios, se los puede resumir
diciendo que el primero posee la responsabilidad de coordinar y controlar el
mecanismo de los pagos internacionales, y el segundo asume la responsabilidad
de facilitar financiamiento para el desarrollo económico.
El sistema
monetario internacional resultante de los Acuerdos Bretton Woods, es, a
diferencia del patrón oro, un acto voluntario jurídicamente reglado y tendiente
a ordenar las relaciones monetarias entre los distintos países participantes.
El Fondo Monetario Internacional se erige dentro de esta superestructura, como
el organismo supranacional que tiene a su cargo la tarea de hacer observar a
los países miembros las reglas de juego que éstos se han comprometido a
cumplir. Los gobiernos de las distintas naciones participantes delegan de esta
forma parte de su soberanía en aras de una mayor cooperación. En el patrón oro
del siglo pasado, el equilibrio de las relaciones monetarias entre sus
participantes se obtenía dejando funcionar el mecanismo libremente, es decir,
sin ingerencia de tipo político. En las actuales circunstancias son los
gobiernos los que actúan activamente en estrecha relación con el Fondo
Monetario para lograr los mismos resultados. En el sistema de Bretton Woods,
además de la participación de la acción del estado de los países miembros para
lograr los objetivos propuestos en el Acuerdo, participó un país como EE.UU.
que desempeñó un papel similar al que jugó Inglaterra con el patrón oro.
La conferencia creó
un marco para administrar los tipos de cambio que se conoce con el nombre de
Sistema de Tipos de Cambio de Bretton Woods. Estableció una paridad para cada
moneda fijada tanto en dólares americanos como en oro. Como moneda clave o de
reserva se fijó la paridad del dólar solamente en oro, inicialmente en $ 35 por
onza de oro.
Estados Unidos era el único país obligado a mantener la convertibilidad de su moneda en oro (poseía entonces los dos tercios de las reservas mundiales oficiales en oro), mientras que el resto de los países tenían que fijar la paridad de su moneda con respecto al dólar. Así pues, en el sistema de Bretton Woods, como la paridad de cada moneda se fijaba en oro y en dólares, se estableció por acuerdo internacional un conjunto de tipos de cambio entre las distintas monedas.
Cuando una moneda
se desviaba de su valor 'fundamental' o adecuado, podía ajustarse la paridad.
Los principales rasgos del sistema acuñado en Bretton
Woods, fueron los siguientes:
Ä Su tendencia a la eliminación de todas las restricciones en la compra y
venta de monedas extranjeras en los mercados cambiarios de los países miembros,
en aquellas operaciones vinculadas con las exportaciones e importaciones de
bienes y servicios. En lo relativo a Movimientos de capitales podrían ponerse
en acción ciertas medidas reguladoras cuando dichos movimientos tuvieran la
característica de ser especulativos.
Ä La promoción de prácticas de comercio multilateral, evitando la
concertación del comercio a través de acuerdos bilaterales.
Ä La creación de las condiciones necesarias para una total
convertibilidad de todas las monedas del sistema.
Ä El mantenimiento de tipos de cambios estables sobre las bases de
paridades definidas respecto al oro, al dólar norteamericano, y a la libra
esterlina.
Ä La acción del Fondo Monetario Internacional que a través del poder
otorgado mantuviera la disciplina internacional en materia monetaria.
A finales de los
años cincuenta y en el transcurso de la década de los sesenta se fueron
perfilando una serie de circunstancias, que en 1971 desembocaron en la ruptura
del sistema monetario surgido en Bretton Woods. Ello fue consecuencia de la
falta de liquidez y de confianza, así como de la necesidad de un ajuste
cambiario. Entre las circunstancias que lo provocaron caben citar las
siguientes:
Ä La dirección del comercio internacional empezó a variar. Los países
comenzaron a producir bienes y servicios que antes adquirían en el exterior, lo
que hizo que otros países se los compren a ellos en vez de a los Estados
Unidos. Incluso este último país, llegó a importar más de lo que exportaba. La
abundancia de dólares puesta en circulación para facilitar el comercio generó
un proceso de inflación internacional.
Ä El coste del oro. Al ser éste un metal que hay que extraer, se obtiene
primero de los lugares más accesibles, pero a medida que se necesita más, es
necesario invertir más dinero en conseguirlo, lo que hace aumentar su coste. De
hecho, ya en 1950, el coste de conseguir una onza adicional de oro, superaba
los 35 dólares, lo que se previó en aumento debido a la demanda creciente del
oro para usos particulares. El oro valía más, lo que acabó introduciendo una
distorsión en el sistema, que le hizo perder su utilidad.
Ä Las fuertes fluctuaciones experimentadas en los tipos de cambio de
algunas monedas europeas.
Ä La desviación de recursos para cubrir los gastos generados por
conflictos internacionales, como la guerra árabe – israelí (1967) y, sobre
todo, la guerra de Vietnam.
Comenzaron a acumularse dólares en todo el mundo al registrar Alemania y Japón superávit comerciales. Mientras tanto, la sobre valoración de la moneda americana, los déficit comerciales y las crecientes inversiones extranjeras de las empresas americanas provocaron déficit en Estados Unidos. Las tenencias de dólares en otros países ascendieron a 50.000 millones a principios de los años setenta.
En 1971 la cantidad
de saldos líquidos en dólares era tan grande que los gobiernos tenían dificultades
para defender sus paridades oficiales. El público comenzó a perder confianza en
el 'todopoderoso dólar'.
En Agosto de 1971,
el presidente Nixon abandonó formalmente la relación entre el dólar y el oro y
puso fina la era de Bretton Woods. Estados Unidos ya no convertía
automáticamente dólares en otras monedas o en oro a $ 35 la onza; ya no fijaba
una paridad oficial del dólar y defendía este tipo de cambio a toda costa.
En marzo de 1973,
se eliminaron los tipos de cambios fijos y se pasó a la flotación libre del
valor de las monedas y en enero de 1976 fue abolido el precio oficial del oro,
lo que fue equivalente a la desaparición del valor oficial del dólar y, por
tanto, su consideración como unidad de cuenta. Con lo que el sistema quedó
destruido.